Cambios Físicos y Psicológicos en el Embarazo

La travesía del embarazo, que se extiende por aproximadamente 280 días (entre 37 y 42 semanas), es un período en el cual el cuerpo y la mente de la mujer experimentan una serie de transformaciones notables. Aunque tradicionalmente se había calculado esta duración en base a meses lunares – el promedio de un ciclo menstrual (28 días) multiplicado por 10 meses – en realidad el inicio del embarazo se sitúa alrededor de 14 días después de la fecha de la última menstruación. Por ende, se considera que un embarazo normal abarca entre 37 y 42 semanas.(1)

Durante esta travesía, se pueden distinguir claramente dos fases: el período embrionario y el fetal. El período embrionario se extiende a lo largo de las primeras 8 semanas, durante las cuales el embrión (como se denomina al bebé en esta etapa) se desarrolla. A partir de la novena semana y hasta el momento del parto, el bebé ya se ha formado y su principal tarea es crecer. Este lapso se conoce como período fetal, momento en el cual nos referimos al bebé como feto.

El embarazo se revela como un período de adaptación a una nueva realidad, una etapa en la que se gestan no solo transformaciones físicas sino también psicológicas. El cuerpo de la mujer, asombrosamente, experimenta una metamorfosis profunda para acomodar la formación y el desarrollo del bebé en su interior. Aunque la mayoría de estos cambios no suele generar molestias significativas y tienden a revertirse tras el embarazo, marcan un camino lleno de descubrimientos y ajustes.

Las transformaciones fisiológicas son palpables desde las etapas tempranas del embarazo. A medida que el cuerpo se prepara para albergar y nutrir al bebé, el sistema cardiovascular se enfrenta a un aumento en la cantidad de sangre circulante y a un trabajo adicional para abastecer al feto. El sistema hormonal también juega un papel crucial, ya que hormonas como el estrógeno y la progesterona aumentan significativamente para sostener el embarazo y asegurar el desarrollo adecuado del bebé.

El sistema respiratorio no queda al margen de estas alteraciones. A medida que el útero crece, ejerce presión sobre el diafragma y limita la expansión pulmonar completa. Esto puede llevar a una sensación de falta de aire en la madre. Asimismo, el sistema gastrointestinal sufre modificaciones, ralentizando la motilidad intestinal y provocando síntomas como la acidez estomacal y el estreñimiento. .(2)

Mientras tanto, en el ámbito psicológico, el embarazo engendra un cúmulo de emociones y pensamientos. La futura madre puede experimentar fluctuaciones en su estado de ánimo debido a los cambios hormonales y a la inminente responsabilidad de la maternidad. Sentimientos de alegría, ansiedad, miedo e incluso dudas son comunes y reflejan la magnitud de esta nueva etapa en la vida. .(2) (3)

El vínculo entre la madre y el feto también se desarrolla y se fortalece. A medida que el bebé crece y sus movimientos se vuelven perceptibles, la madre establece una conexión emocional única con él. Estos sentimientos de conexión y protección suelen aumentar a medida que avanza el embarazo y la fecha del parto se acerca y su hijo en gestación.

¿Qué cambios se producen en el primer trimestre del embarazo?

Durante el primer trimestre del embarazo, tu cuerpo se ajusta para albergar y nutrir al bebé en desarrollo. Se producen cambios hormonales significativos que preparan y mantienen tu cuerpo durante este período crucial. Estas hormonas son como mensajeros químicos que permiten que diferentes partes de tu cuerpo se comuniquen y trabajen juntas. .(2)

¿Cuáles son algunas de las hormonas importantes durante esta etapa y cómo afectan tu cuerpo?

Las hormonas como los estrógenos y la progesterona son esenciales para el embarazo. Ayudan a detener tu ciclo menstrual y aseguran que el bebé esté bien alimentado y protegido. Otras hormonas, como la gonadotropina coriónica, también juegan un papel importante al detener la menstruación y apoyar el crecimiento del bebé. Algunas hormonas, como la oxitocina, incluso preparan el cuerpo para el parto. (3)

¿Qué cambios físicos experimentas el primer trimestre?

Durante el primer trimestre, es normal que notes algunos cambios en tu cuerpo:

  • La menstruación se detiene después de la concepción, y a veces puedes tener un ligero sangrado cuando el embrión se implanta en el útero.
  • Tus senos pueden volverse más grandes y sensibles. Los pezones pueden sobresalir más y las áreas oscuras alrededor de los pezones, llamadas areolas, pueden agrandarse y oscurecerse.
  • Puedes notar un aumento en la secreción vaginal, lo cual es normal.
  • Tu útero se agranda a medida que el bebé crece. Esto puede llevar a un ligero abultamiento en tu abdomen.
  • Es posible que necesites orinar con más frecuencia debido al aumento de la actividad de tus riñones y la presión del útero sobre la vejiga.

¿Qué otros cambios puedes esperar en este período?

Además de los cambios mencionados, es posible que experimentes:

  • Un aumento en la frecuencia cardíaca, ya que tu corazón necesita bombear más sangre para alimentar al bebé y a la placenta.
  • Variaciones en el peso y el apetito. Puedes sentirte más hambrienta y aumentar de peso, aunque algunas personas también pueden perder peso al principio.
  • Cambios en tu sentido del olfato y gusto, que pueden hacerte notar los sabores de manera diferente y ser más sensible a los olores.
  • Cambios en tu estado de ánimo, incluyendo mezclas de emociones como alegría, ansiedad y dudas.
  • Molestias como náuseas y vómitos, que a menudo se llaman «náuseas matutinas», aunque pueden ocurrir en cualquier momento del día

¿Qué cambios se producen en el segundo trimestre del embarazo?

Durante el segundo trimestre del embarazo, tu cuerpo continúa adaptándose para el crecimiento del bebé. A medida que avanza este período, puedes notar varios cambios físicos:

  • Tu abdomen y útero siguen creciendo, y es posible que notes que tu cintura se ensancha. Esto podría causar la aparición de marcas rosadas en tu piel, llamadas estrías.
  • Tus senos seguirán creciendo y podrías notar más vasos sanguíneos en la superficie.
  • Es normal que aumentes de peso, generalmente alrededor de un kilogramo por mes.
  • Tu sistema inmunológico se ajusta, volviéndose menos reactivo para evitar reacciones inmunológicas adversas hacia el bebé.
  • Tus riñones y corazón trabajan con mayor intensidad debido al aumento del volumen sanguíneo, lo que podría llevar a piernas hinchadas, mayor frecuencia urinaria y posibles venas varicosas.

¿Qué cambios experimentas en el tercer trimestre del embarazo?

En el tercer trimestre del embarazo, tu cuerpo se prepara para la recta final antes del parto. Aquí hay algunos cambios que puedes notar:

  • Tu abdomen y útero continúan creciendo y ganando peso a medida que el bebé se desarrolla.
  • Es posible que experimentes más cansancio y necesidad de dormir debido al aumento del trabajo del cuerpo.
  • Puedes notar hinchazón en piernas, tobillos y pies debido a la retención de líquidos.
  • Los ligamentos en caderas y pelvis se estiran para preparar tu cuerpo para el parto.
  • Podrías notar la salida de un líquido amarillento o blanco de tus mamas, conocido como calostro, que será el primer alimento para el bebé durante la lactancia.
  • Es normal que sientas una mayor necesidad de orinar a medida que la cabeza del bebé se encaja en la pelvis.

Además de estos cambios físicos, es posible que experimentes emociones intensas y mezcladas durante este último tramo del embarazo. Tu cuerpo está trabajando arduamente para dar la bienvenida a tu bebé al mundo, y es una experiencia emocionante y única para cada madre. (3)

Recuerda que cada persona y embarazo son únicos, por lo que es normal que tus experiencias puedan diferir de las de otras personas. Estos cambios son parte de tu cuerpo adaptándose a la emocionante etapa de tener un bebé en crecimiento.

Cambios Psicológicos durante el Embarazo

El embarazo es un período emocionalmente dinámico en la vida de una mujer, acompañado por cambios fisiológicos y psicológicos. A lo largo de las diferentes etapas del embarazo, las emociones pueden fluctuar debido a diversas razones, siendo los cambios hormonales y las preocupaciones específicas de cada etapa los principales impulsores. (4)

Primer Trimestre:

En este período inicial, los cambios hormonales, como el aumento de la progesterona y el estrógeno, pueden influir en los estados de ánimo. La famosa «montaña rusa emocional» puede manifestarse con cambios de humor repentinos, irritabilidad e incluso tristeza. Además, las inquietudes sobre el embarazo en sí mismo y la salud del bebé pueden aumentar la ansiedad. Estudios científicos, como el «VIII Estudio Cinfasalud: Percepción y hábitos de las mujeres españolas durante el embarazo», han identificado estas fluctuaciones emocionales en las mujeres embarazadas durante el primer trimestre.

Segundo Trimestre:

A medida que el embarazo avanza y el bebé crece, muchas mujeres experimentan una sensación de mayor calma y estabilidad emocional. Las náuseas y vómitos, típicos del primer trimestre, a menudo disminuyen, lo que puede contribuir a un mayor bienestar emocional. Este período puede caracterizarse por emociones más positivas, como la alegría y la ilusión. Estudios como «Vamos ser padres» (Elisenda Roca y Dra. Carlota Basil) respaldan esta percepción de mayor bienestar emocional en el segundo trimestre.

Tercer Trimestre:

A medida que el parto se acerca, las preocupaciones y la ansiedad pueden aumentar nuevamente. La incertidumbre sobre el parto y la salud del bebé, así como la anticipación de convertirse en madre, pueden generar una amplia gama de emociones. Estudios como «Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio» (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad) mencionan la aparición de temores y ansiedades en esta etapa.

En algunas situaciones, las fluctuaciones emocionales pueden evolucionar hacia un estado de ánimo depresivo. Estudios científicos han observado la presencia de depresión en mujeres embarazadas, y es importante tener en cuenta que este aspecto debe ser abordado con la debida atención y apoyo médico.

El embarazo es un proceso complejo en el que las emociones pueden variar ampliamente. Los cambios hormonales y las preocupaciones específicas de cada etapa contribuyen a esta dinámica emocional. La comunicación abierta con profesionales de la salud, apoyo emocional y la búsqueda de información veraz pueden ser claves para manejar estos cambios y asegurar un embarazo saludable desde el punto de vista tanto físico como psicológico.

Referencias Bibliográficas
  1. Maldonado-Durán, M., Sauceda-García, J. M., & Lartigue, T. (2008). Cambios fisiológicos y emocionales durante el embarazo normal y la conducta del feto. Perinatología y Reproducción Humana22(1), 5-14. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumenI.cgi?IDARTICULO=21076[]
  2. Maldonado-Durán, M., Sauceda-García, J. M., & Lartigue, T. (2008). Cambios fisiológicos y emocionales durante el embarazo normal y la conducta del feto. Perinatología y Reproducción Humana22(1), 5-14. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumenI.cgi?IDARTICULO=21076[][][]
  3. Carrillo-Mora, P., García-Franco, A., Soto-Lara, M., Rodríguez-Vásquez, G., Pérez-Villalobos, J., & Martínez-Torres, D. (2021). Cambios fisiológicos durante el embarazo normal. Revista de la Facultad de Medicina (México)64(1), 39-48. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0026-17422021000100039[][][]
  4. Sastre Miras, I. (2015). Aspectos psicológicos y emocionales durante la gestación y el puerperio. https://scholar.google.es/scholar?hl=es&as_sdt=0%2C5&q=cambios+fisiologicos+y+psicologicos+durante+el+embarazo&btnG=[]

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