Las emociones en el Embarazo: impacto en la madre y el feto

Durante el embarazo, es común experimentar cambios emocionales debido a las fluctuaciones hormonales. Puedes encontrarte pasando de la alegría al llanto o de la euforia al mal humor de forma repentina. Estos síntomas pueden intensificarse si se combinan con molestias físicas significativas, como náuseas, vómitos y dolor de espalda. Pero, ¿por qué sucede estos cambios de emociones en la embarazada?

Durante el proceso fisiológico del embarazo, la mujer experimenta tanto cambios físicos como hormonales. Estas alteraciones, junto a otros factores externos pueden llegar a provocar alteraciones o trastornos psicológicos. En la etapa de la vida reproductiva de la mujer el embarazo es considerado como un período que incrementa la vulnerabilidad a presentar alteraciones emocionales.

Las alteraciones psicológicas más conocidas y prevalentes son la ansiedad, el estrés, el trastorno de estrés postraumático, los trastornos alimentarios y la depresión. Estos trastornos tratados a tiempo, tienen un índice de sanación mayor que aquellos que no se detectan a tiempo (1).

También influye en la aparición de alteraciones psicológicas la forma en que la mujer gestante valore la asunción de responsabilidad que supone la maternidad tanto desde un punto de vista personal (desempeño del nuevo rol de madre y responsabilidad para con el futuro hijo), como social. (2)

¿Qué son las emociones?

La emoción es un proceso psicológico que nos prepara para adaptarnos y responder al entorno. Su función principal es la adaptación que es la clave para entender la máxima premisa de cualquier organismo vivo: la supervivencia. (3)

Las emociones genéricamente se definen como “un proceso desencadenado por la valoración cognitiva de una situación que produce una alteración en la activación del organismo”. (3)

Pueden ser útiles y adaptativas (preparando al organismo de la mujer gestante para el cambio biopsicosocial que genera el proceso del embarazo), o por el contrario pueden desempeñar un papel desadaptativo. En el primer caso, constituirían un complejo proceso responsable de la capacidad de mantener la resistencia biológica, psicológica y que por tanto repercute en la salud y bienestar.

En el segundo caso contribuirían a menoscabar la salud y como consecuencia el ajuste negativo de las personas a las distintas situaciones (2)

¿Cómo influyen las emociones durante el embarazo?

Si la mujer gestante realiza una valoración primaria positiva del proceso del embarazo se generan emociones positivas (alegría, amor, felicidad, regocijo, tranquilidad) que afectan de un modo positivo a la salud. Por el contrario, si es percibido como estresante, con valoración de amenaza o daño, y valora que no dispone de recursos suficientes para afrontar la situación se generan emociones negativas (ira, ansiedad, depresión) que constituyen un riesgo para la salud.

El embarazo es un evento vital que significa un importante giro en la vida de una mujer, ya que se suceden múltiples cambios que pueden originar que sea más vulnerable a desarrollar desde variaciones en su estado emocional hasta sintomatología psicológica. Va a ser determinante también la estabilidad psicoafectiva de la mujer, es decir, la capacidad que tenga para afrontar y resolver posibles situaciones adversas y el estado en el que se encuentre en la relación con su pareja.

Aquellas mujeres que ya son inestables emocional y psicológicamente van a sufrir mayores cambios. También, los motivos o situaciones que hayan llevado a la madre a tomar la decisión de tener un hijo pueden ser el origen de conflictos posteriores. (4)

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Los estados emocionales negativos pueden afectar el desarrollo del feto

Los estados emocionales maternos a lo largo de la gestación y durante los primeros meses de vida del bebé, así como el vínculo prenatal, han demostrado ser relevantes en el desarrollo saludable del bebé. (5)

En la literatura se destaca la importancia del entorno uterino para una serie de resultados relacionados con la salud fetal, neonatal, infantil y adulta. El periodo intrauterino, caracterizado por un rápido crecimiento y desarrollo, es un momento de gran vulnerabilidad. La estabilidad emocional durante el embarazo es un factor protector, siendo de gran importancia tanto para la madre como para el desarrollo de su bebé ya que puede tener efectos a largo plazo en el neurodesarrollo del feto.

Los estados emocionales que experimenta la madre durante la gestación, afectan negativa o positivamente el desarrollo del feto. Se considera de esta forma el útero como la cuna emocional, siendo estas primeras etapas de gran importancia para la programación fetal.

El estrés, la ansiedad y/o la depresión, se asocian con períodos de gestación más cortos, mayor probabilidad de bajo peso al nacer, mal sueño, interacciones materno-infantiles más negativas, aumento del riesgo de depresión materna en el postparto y el aumento de riesgo de problemas cognitivos y de comportamiento en el niño, entre otras muchas posibles consecuencias. (6)

Una correcta gestión de las emociones mejora el estado de ánimo, el estado de salud y las relaciones con los demás. La habilidad de reconocer el significado de las emociones y su relación con la conducta; emplearlas como base en el razonamiento y resolución de problemas, debería ser la base de los cuidados que se necesitan en el período de la gestación.

¿Qué hacer ante estados emocionales negativos?

Es importante identificar las emociones que están experimentando para aprender cómo afrontarlas, buscar apoyo si es necesario o la atención de un especialista en salud mental. La relajación, escuchar música o realizar otras actividades placenteras facilita el control de las emociones.

Una técnica de respiración sencilla y efectiva es la respiración 4-7-8 que consiste en los siguientes pasos:

  • Siéntate o recuéstate en una posición cómoda, manteniendo la espalda recta.
  • Cierra los ojos y lleva la punta de la lengua al paladar.
  •  Inhala por la nariz durante 4 segundos de forma profunda y lenta.
  • Sostén la respiración durante 7 segundos.
  • Exhala con lentitud por la boca durante 8 segundos.
  • Repite el ciclo al menos 4 veces.

 La UNICEF recomienda en momentos de mucha tensión:

  •  Detente y respira profundo.
  •  Si vives con otras personas, coméntales con respeto que necesitas un momento para manejar tus emociones.
  • Ve a un lugar o espacio en el que estés segura y donde puedas tranquilizarte; puedes hacer cinco respiraciones profundas, esto puede ayudarte a liberar la tensión.
  • Calmarte y hacer una pequeña pausa para pensar de una manera distinta sobre los hechos.
  • Identifica lo que sientes, puedes escribirlo.
  • Regresa cuando estés tranquila y retoma lo que estabas haciendo.
Referencias Bibliográficas
  1. World Health Organitation (WHO). Mental health aspects of women’s reproductive health. A global review of the literature. [Internet] 2010. [Consultado el 17-03-2017]; 1-421. Disponible en: http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/43846/1/9789241563567_eng.pdf []
  2. Fernández Mateos L M, Sánchez Cabaco A. Estado de ánimo y respuesta emocional en la gestante: influencia de variables psicosociales. International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 1, núm. 1, 2005, pp. 585-596.[][]
  3. Enrique G. Fernández-Abascal E G, Jiménez Sánchez M P. Psicología de la emoción. Editorial Universitaria Ramón Areces; 1er edición (Enero 2010).[][]
  4. Sastre Miras I. Aspectos psicológicos y emocionales durante la gestación y el puerperio. Universidad de Valladolid. Trabajo de Fin de grado. Curso 2014-2015.[]
  5. Hernández-Martínez J, et al). El rol de los estados emocionales maternos y del vínculo materno-filial en la regulación de los niveles basales de cortisol del bebé. Conferencia de la VI Jornada de Salud Mental Perinatal (Barcelona). Revista de Psicosomática en Psiquiatría, 1(1), 81-100[]
  6. Orviz González M.Inteligencia emocional relacionado con embarazo y desarrollo fetal. NPunto Vol. IV Número 37. Abril 2021: 84-104[]

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