Cefoxitina

Las cefalosporinas utilizadas en el Reino Unido incluyen cefaclor (Distaclor®), cefadroxilo, cefalexina, cefixima (Suprax®), cefotaxima, cefpodoxima, cefradina, ceftazidima (Fortum®), ceftriaxona (Rocephin®) y cefuroxima (Zinnat®). Las cefalosporinas se usan para tratar muchos tipos diferentes de infecciones. El tratamiento con cefalosporina puede detener los síntomas desagradables y las complicaciones causadas por una infección, incluidos algunos problemas del embarazo. La mayoría de los estudios de mujeres embarazadas que toman una cefalosporina no han demostrado que dañe al bebé. Si bien el uso de cefalosporinas al principio del embarazo se ha relacionado ocasionalmente con una probabilidad ligeramente mayor de que el bebé tenga un defecto cardíaco, la mayoría de los estudios no están de acuerdo con este hallazgo. (UKTIS 2022)¹

Los estudios realizados con animales no han mostrado resultados sobre la posibilidad de un efecto teratogénico. Como no se han observado efectos teratogénicos en animales, no se esperan malformaciones en humanos. Hasta la fecha, las sustancias que han sido encontradas produciendo malformaciones en humanos, se han mostrado teratogénicas en animales durante estudios bien controlados en dos especies animales. Los resultados de datos clínicos realizados en mujeres embarazadas no indican ni toxicidad malformativa ni neonatal. Aun así, se requerirían estudios epidemiológicos para verificar la ausencia de riesgo. Cefoxitina sólo debe prescribirse a mujeres embarazadas que lo necesitan clínicamente. (Vademecum 2020)² y (CIMA 2019)³

Los estudios en animales no han mostrado evidencias de riesgo para el feto. Sin embargo, no se dispone de estudios idóneos ni adecuadamente controlados en mujeres gestantes o bien los estudios en animales han demostrado un efecto adverso en el feto, que los estudios adecuados y correctamente controlados en mujeres gestantes no han podido demostrar. (Medizzine 2009)⁴